ENVÍO GRATIS A PARTIR DE 90€

Fast-fashion: una adicción devastadora

Fast-fashion: una adicción devastadora

Victoria Valero Isidro, 26 de marzo 2022

 

¡Saludos a todos los #denimlovers que nos acompañáis este mes de abril!

 

Me gustaría plantearos unas preguntas con la intención de que cada uno de vosotros reflexionéis individualmente:

  • ¿Conserváis ropa que no os acordáis ni de la última vez que os pusisteis?
  • ¿Cuántas prendas “iguales” tenéis en vuestro armario?
  • ¿Os soléis resistir al impulso de comprar ropa por capricho y no por necesidad?

 

Pues bien, una vez teniendo claras vuestras respuestas, quiero introduciros el movimiento actual conocido como “consumo excesivo de ropa” o “adicción a la fast-fashion”.

Y es que, aunque la mayoría de nosotros consideremos que tenemos un comportamiento responsable a la hora de consumir, muchas veces no somos conscientes de que, realmente, formamos parte de un fenómeno que va más allá de lo que hacemos o dejamos de hacer en un momento puntual. De hecho, adoptar un estilo de vida sostenible no se consigue de la noche a la mañana; proponerse empezar poco a poco es un buen punto de partida, pero de nada sirve abandonar tras realizar “un buen acto” y sentirse satisfecho. 

El fast-fashion surge en el momento en el que las firmas low-cost tratan de recrear los diseños de las grandes casas de moda para dirigirse a un consumidor promedio del que buscan una quick response. Sin embargo, el hecho de optimizar los tiempos de producción y reducir costes para las empresas que tienen esta clase de negocios supone adoptar prácticas que, por mucho que a los consumidores objetivo parezcan beneficiarnos, realmente tienen unas consecuencias devastadoras para la humanidad en su conjunto.

 

Problemática Ambiental

En 2018, la ONU calificó la industria de la fast-fashion de “emergencia medioambiental”. La explotación de recursos está siendo tremenda para nuestro planeta y, por ende, también para la salud de los que habitan en él.

Las prendas denim son las más contaminantes en la industria de la moda; para producir un kilo de algodón se necesitan aproximadamente 10.000 litros de agua, lo que equivale al consumo de agua de un individuo a lo largo de una década. Si me lo permitís, una barbaridad. Además, las fábricas en las que se produce la ropa y el transporte que se necesita para distribuirla contribuyen a la emisión de gases altamente contaminantes a la atmósfera, lo que agrava el cambio climático.

 

Problemática Social

Entre las ventajas de la moda sostenible no sólo se encuentra la reducción de agua y el uso de tejidos y tintes naturales, sino que también supone un respeto al trabajador que, desafortunadamente, en muchas ocasiones no se tiene. Resulta impactante conocer que la producción de vaqueros convencional, empleada a día de hoy en conocidas marcas de ropa, a partir de técnicas tradicionales como el sandblasting (causante del efecto desgastado), puede entrañar graves riesgos para la salud de los empleados que se implican en el proceso. Además, cabe mencionar lo que todos hemos oído alguna vez, y es que producir en determinados países en los que la mano de obra es mucho más económica que en España pone en duda el cumplimiento de los derechos humanos y, desde luego, no asegura un trato justo y una remuneración suficiente que vele por un estilo de vida digno de los trabajadores. 

 

Solución: Slow Fashion

Desde Bluyins somos conscientes de que consumir moda de manera sostenible no siempre es fácil. Aunque poco a poco estemos tratando de revertir la tendencia de sobreconsumo en la que, sin darnos cuenta, estamos inmersos, las firmas que están apostando por producir de manera local (sin abaratar los costes de producción) y con materiales y tecnología de producción sostenibles son, ante todo, empresas y esto conlleva que, el principal objetivo de las mismas sea obtener un beneficio derivado de una actividad comercial. 

Es por esto por lo que la mayoría de los productos sostenibles que se venden en la actualidad no son asequibles para todo el mundo.

No obstante, en Bluyins confiamos en un cambio y en que la moda sostenible también pueda ser asequible para un público lo más amplio posible. Desde el inicio, tratamos de ir un paso más allá y buscar un precio de venta que sea razonable y ético tanto para vosotros, como para nosotros. 

¡Apostar por la calidad contribuyendo al bien común es nuestra principal motivación

Un abrazo a todos,

Nos vemos el mes que viene #denimlovers